El mercado mundial de teléfonos inteligentes se ha enfrentado durante mucho tiempo al parco abastecimiento en semiconductores, componentes necesarios en innumerables segmentos de industrias, entre ellos, la fabricación de algunos medios de locomoción o dispositivos electrónicos como los celulares inteligentes. La causa más palmaria es que una de las causas de la crisis es la alta demanda y la baja disponibilidad, lo que hace que los gigantes tecnológicos pongan en marcha el desarrollo de sus propios chips.
El ejemplo más destacado es que en noviembre de 2020, el gigante de dispositivos tecnológicos Apple sacó a la luz que se desharía paso a paso de los chips de Intel y se concentraría en desarrollar su propio procesador M1, que está presente en los nuevos iMacs e iPads de Apple.
Recientemente, la empresa de automóviles Tesla anunció que participaría en la competición desarrollando Dojo, su propio chip con el afán de entrenar redes de inteligencia artificial (IA) en centros de datos. Dos años ha, esta empresa comenzó a producir automóviles aprovechándose de chips de inteligencia artificial personalizados que ayudan al software del automóvil a tomar decisiones ateniéndose a situaciones en desarrollo.
El mes pasado, Baidu no deja de ganar terreno a este nuevo ámbito presentando un chip de inteligencia artificial pensado a fin de
optimizar el procesamiento de un aluvión de datos y mejorar la potencia informática. Baidu también afirma que su chip Kunlun 2 se puede emplear en ámbitos como la conducción autónoma, y el chip está en producción en masa.
Mientras tanto, algunas corporaciones tecnológicas todavía no han desvelado sus proyectos dedicados al mundo de los semiconductores. Se dice que Google está por introducir sus propias unidades de procesamiento central (CPU) para las portátiles Chromebook, las que se caracterizan por su sencillez y ligereza. Google tiene como objetivo usar su CPU en sus Chromebooks y tabletas Chrome OS en los próximos años.
Amazon está desarrollando su propio chip de interconexión para ejecutar dispositivos de conmutación de hardware que transfieren datos en redes. Si es efectivo, Amazon se librará de manera gradual la dependencia de Broadcom – uno de los fabricantes principales de semiconductores en el mundo.
Mientras tanto, en 2019, un científico de inteligencia artificial en Facebook dijo que la compañía estaba trabajando en un nuevo tipo de semiconductor que funcionaría de manera muy diferente a los diseños actuales. En esta etapa, sin embargo, ningún conglomerado tecnológico importante está buscando hacer todo el desarrollo de chips por sí solo.
De acuerdo con Shaw, el ex director no ejecutivo de Dialog Semiconductor indicó que respecto al diseño y rendimiento de chips, en esa etapa, no habían tenido en cuenta la fabricación y la fundición, que eran muy caras. Conviene recalcar que establecer una fábrica de chips moderna como la de TSMC en Taiwán (China) cuesta alrededor de 10 mil millones de dólares y lleva varios años.
Según el director de investigación de la firma de analistas Forrester, señor O’Donnel dice que ni siquiera Google y Apple lo han hecho. Acudirán a TSMC o Intel para pedir sus chips. A Silicon Valley también le faltan personas con las habilidades necesarias para diseñar procesadores de alta gama.